Cómo hacer un buen Bife de Chorizo a la parrilla
Las brasas listas, esparcidas, y la parrilla ya alcanzó temperatura. Nuestros bifes ya reposando en vinagre de vino tinto y un toque de pimienta, nos esperan ansiosos. Los bifes miden un poco más de 5 cm y pesan más de 500 gramos; cuánta verdad, cuánta alegría a nuestros estómagos. Estos bifes se aprovechan de punta a punta, sin desperdicio alguno. La parrilla está lista, donde una mano no aguanta siquiera 6 segundos, colocamos los bifes y aguardamos a que queden bien dorados.
Escuchando el chisporroteo de la grasa en los fierros, luego de 4 minutos ya los vemos bien dorados y damos vuelta, bañamos en sal la corteza sellada y aguardamos otros 4 minutos. Una vez sellados de ambos lados, hacemos lo mismo con los otros dos lados colocando los bifes de canto en la parrilla y cubriendo de sal todas las superficies ya selladas.
Ya tenemos los bifes sellados por todos los lados y su color invita a devorarlos, pero aún no está listo, es momento de cocinarlos con fuego indirecto.
Los bifes son bastante gruesos y por dentro aún falta cocción, por eso, abrimos el fuego y en un sector sin fuego directo los ubicamos y esperamos que el calor indirecto de los fierros cocine por completo nuestros prominentes bifes. Esta cocción no puede durar menos de 30 minutos. Nuestros bifes están listos, bien dorados por fuera, se generó una costra importante, y por dentro un color rosa que enamora a simple vista. Los acompañamos con un poco de verduras verdes y mandiocas.